Abu Nuwas (750-810) fue un poeta árabe que cantó a las excelencias del vino y del amor, y muy especialmente de la belleza de los jóvenes hermosos.... Vivió en la opulencia del Califato Abbasí de Bagdad. Una caricatura hedonista de Abu Nuwas aparece en varias ocasiones en Las Mil y Una Noches.
Las anteriores entregas. Abu Nuwas y los tres jóvenes: http://leopoldest.blogspot.com.es/2010/09/abu-nuwas-y-las-mil-y-una-noches.html Cuando vi este joven hermoso: http://leopoldest.blogspot.com.es/2011/04/blog-post.html
Está considerado uno de los grandes de la literatura árabe clásica. Influyó en muchos escritores posteriores, por mencionar algunos, Omar Jayyam y Hafiz de Shiraz (ambos persas). (Más información al final de la selección poética)-
CANTAR AL VINO
II
Hombres, ¡a mí qué me importan
las espadas o los combates!
Yo sólo sigo a una estrella:
la del placer y la música.
En mí no confiéis,
pues soy de aquellos que rehúyen
encontronazos y embates.
Cuando veo el enemigo
salto sobre mi potrillo
con las riendas colocadas
por el lado de la cola.
No sé cómo es un arnés,
ni un broquel, ni un alfanje.
Todo mi afán es saber,
cuando sus guerras estallan,
por qué camino escapar.
Si de juergas se tratara,
de beber vino sin mácula
o de pasarme la noche
junto a vírgenes luciendo
sus vestidos de luto negro
me veríais con razón
como héroe de los árabes.
LXIV
¡Cántame, oh Sulaimán,
y llena de vino mi copa!
¿No ves que apareció al alba
bajo sus tenues velos?
Cuando te llegue la jarra
agárrala y sírveme:
quiero que ella te distraiga
de la llamada del almuédano.
Sírveme el vino sin tregua,
a la vista de todo el mundo,
y hagamos como los de Sodoma.
TEOGNIS Elegías [fragmento] (Traducción de Francisco Adrados)
¡Ay! Amo a un joven de piel delicada que me expone a las miradas de todos mis amigos aun contra mi gusto. Aguantaré muchas violencias que no deseo sin hacer secreto de ellas; pues no es un joven indigno aquel bajo cuyo yugo se me ha visto caer. OH muchacho, no vayas de juerga y presta más bien oído a un viejo: los jolgorios no son convenientes para un joven. Sobre el cuello de los que hacen el amor a los muchachos hay siempre un yugo de infortunio, doloroso testimonio de su hospitalidad excesiva; pues el que busca afanosamente el amor de un joven, debe poner sobre él su mano, igual que sobre una hoguera de sarmientos. El amor por un muchacho es hermoso para poseerlo y hermoso para dejarlo; pero es más fácil de hallar que de satisfacer. Mil males y mil bienes provienen de él, pero en esto mismo hay un cierto encanto.
XXXII
Sé esquivo y avariento y a los aduares no hables:
sus ruinas, el saludo, no te han de devolver.
Maldice el cuervo de mal agüero de la separación.
Siéntate junto al narciso, deja atrás las espinas,
túmbate al lado del mirto, olvídate de las zarzas,
y por la mañana empieza a beber el vino.
¡Que ninguna prohibición te lo impida!
Quien combate los placeres que el vino acompaña
vive una extenuante vida de aflicción.
Entre sus poesías mejor conocidas destacan aquellas que ridiculizan las Mu`allaqat, es decir los poemas de la poesía preislámica, cuyo tema es la nostalgia por el beduinismo, y que alaban la vida moderna en Bagdad como un contraste.
Su vida en libertad le llevó en ocasiones a sufrir prisión y destierro. Junto al califa Harun Rashid y a su esposa Zubayda se convirtió en personaje literario en si mismo al protagonizar varias historias de Las mil y una noches, donde aparece inmortalizado como un personaje ingenioso y excéntrico.
Su lengua materna era el persa, por lo que Abu Nuwas se arabizó concienzudamente conviviendo con tribus árabes nómadas y aprendiendo de los textos sagrados musulmanes y la poesía árabe preislámica, fuentes originales de la forjada gramática de la lengua árabe. Su inmersión cultural beduina fue tal que Abu Nuwas acabó por rebelarse en su contra. Es por ello que su obra cuenta con un gran número de sátiras hacia esa conservadora y ruda forma de vivir que llega a aborrecer profundamente en contraposición con la vida disoluta, placentera y ciudadana de la que luego disfrutaría en Bagdad .Suya es la frase " El hombre es un continente, la mujer es el mar. Yo amo mejor la tierra firme"
Su vida en libertad le llevó en ocasiones a sufrir prisión y destierro. Junto al califa Harun Rashid y a su esposa Zubayda se convirtió en personaje literario en si mismo al protagonizar varias historias de Las mil y una noches, donde aparece inmortalizado como un personaje ingenioso y excéntrico.
Su lengua materna era el persa, por lo que Abu Nuwas se arabizó concienzudamente conviviendo con tribus árabes nómadas y aprendiendo de los textos sagrados musulmanes y la poesía árabe preislámica, fuentes originales de la forjada gramática de la lengua árabe. Su inmersión cultural beduina fue tal que Abu Nuwas acabó por rebelarse en su contra. Es por ello que su obra cuenta con un gran número de sátiras hacia esa conservadora y ruda forma de vivir que llega a aborrecer profundamente en contraposición con la vida disoluta, placentera y ciudadana de la que luego disfrutaría en Bagdad .Suya es la frase " El hombre es un continente, la mujer es el mar. Yo amo mejor la tierra firme"
Uno de sus relatos mas conocidos es el que aparece en el film de Pier Paolo Pasolini conocido como "Los tres jóvenes". En aquella ocasión el cineasta italiano ubica la acción en Etiopia.
Mas información:
Poemas de Abu Nuwas: http://www.mediterraneosur.es/arte/nuwas_poemas.html
Iran y la homosexualidad: http://leopoldestape.blogspot.com.es/2014/08/iran-y-homosexualidad-historia.html