Hasta mediados del siglo XIX no se utiliza el término homosexual, hasta entonces se utilizaron muchos términos para definirlos. En el Siglo de Oro se utilizó el eufemismo "ser del pan".
La Biblia habla de "eunucos" que lo son de nacimiento, los romanos "molles" o "galbinati", a finales de la Edad Media empieza a utilizarse la palabra sodomita, también bujarrón, relacionado con los cátaros, o faggot, relacionado con la madera con la que prendía fuego a las hogueras.
Raimón de Peñafort utilizó el término pecado nefando, con el Renacimiento aparecieron nuevos eufemismos: “mal vicio”, “mal francés” "vicio turco" o “mal italiano” (más adelante se identificaron estos conceptos con la sífilis). En los territorios catalano-parlantes se utilizaba el término "fotut" o "emprenyat" para señalar a los homosexuales pasivos (jodido o preñado). Generalmente siempre se señalaba despectivamente a las personas pasivas, a las que se les consideraba menos hombres.
Rafael Carrasco cita el uso de "ser de pan" para señalar a los homosexuales durante los siglos XVI y XVII en València. Lo explica de esta forma:“es decir, trigo se decía a los cojones. La explicación: "igual que el trigo molido da la harina, los cojones se molían en el coito y daban la harina blanca de leche". (1)
Según el diccionario de los inquisidores elaborado el siglo XV:
“Sodomía. La cólera de dios es tal contra este pecado, que envía para castigarlo la peste, el
hambre y los terremotos (…) Todo clérigo sodomita debe ser destituido. La mujer cuyo marido es sodomita notorio puede negarle su débito y pedir el divorcio: lo obtendrá... El pecado del fornicador que fornica así contra natura clama venganza al cielo y el cielo lo oye, enviando el azufre y el fuego. Y San Agustín termina diciendo que después de la idolatría, no hay mayor pecado que el de sodomía. En derecho, los sodomitas son decapitados." (1)