Percy Jocelyn fue un obispo anglicano de la diócesis de Cloguer (Irlanda) que tuvo un encuentro sexual con un guardia de granaderos en la trastienda de un bar, con tal suerte que fue pillado con los pantalones bajados. La historia nos muestra hasta que punto la homofobia formaba parte de la cultura popular en la Irlanda del siglo XIX.
Era 1822 las relaciones estaban penadas en el Reino Unido, En el periodo comprendido entre 1800 y 1836 fueron condenados y ejecutados a muerte 58 personas por medio de la Buggery act, 48 por homosexualidad. La última ejecución tuvo lugar en 1836. La iglesia anglicana no tenía una actitud tan virulenta como la iglesia católica mayoritaria, pero participaba activamente de esta condena.
Describen a John Moverley como un joven de aspecto femenino perteneciente a la guardia de granaderos. El 19 de julio de 1822 entraba en el pub Leon Blanco pedía una pinta de cerveza y se dirigía a la trastienda, poco después Percy Jocelyn, de 56 años hacía exactamente lo mismo. El propietario del bar y su hijo se dieron cuenta, sospecharon y con otros testigos entraron en la sala, pillando al obispo y al joven con los pantalones bajados. Aunque la historia oficial dice que el soldado estaba penetrando al obispo, la mayoría de testimonios contaron lo contrario. Sin duda el hecho de que el obispo fuera penetrado ayudaba mas al descrédito y al morbo que siguió a esta historia.
Desnudos fueron llevados al palacio siendo golpeados e insultados. Hasta aquí el obispo había ocultado su identidad. Los maltratos siguieron en sede policial hasta su entrega a la justicia el día siguiente. Ante el juez puso en conocimiento su identidad, logró la,libertad bajo fianza, saliendo por la puerta trasera para evitar la furia popular. Un desconocido pagó también la fianza del soldado.
El escándalo llegó a la prensa y fue noticia durante varias semanas. El obispo resultó ser un alto cargo de la iglesia anglicana, nieto del canciller de Irlanda, hermano del segundo conde de Roden, tío del 3r conde de Roden. La prensa lo presentó como un "marica" (bugger) merecedor de las llamas del infierno o un "satán libidinoso. Para mayor carnaza del sensacionalismo resultó que el obispo era miembro de la Sociedad para la Supresión del Vicio, su hipocresía alimentó durante mucho tiempo folletos y canciones burlescas:
The Devil to prove the Church was a farce
Went out to fish for a Bugger
He baited his hook with a Soldier’s arse
And pulled up the Bishop of Clogher
El escándalo significó un gran negocio para el propietario del pub el Leon Blanco. Cobrando para mostrar la trastienda y contar exageradamente lo sucedido allí. Las consecuencias de este acto fueron terribles para los homosexuales irlandeses. Muchos optaron por huir, Rictor Norton habla incluso de casos de suicidio.
Entre los huidos estaban el obispo y el joven soldado que no acudieron a su juicio. Seguramente huyeron a Escocia adoptando una nueva identidad. Aunque se ordenó quemar todos los documentos sobre este caso, se conservaron íntegramente lo que ha permitido conocer esta historia y dar una pista del terror con que vivían los homosexuales a inicios del siglo XIX.
Esta documentación sirvió a Matthew Parris para escribir: The Great Unfrocked: Two Thousand Years of Church Scandal. Una novela histórica que recrea este incidente ocurrido en 1822.
Era 1822 las relaciones estaban penadas en el Reino Unido, En el periodo comprendido entre 1800 y 1836 fueron condenados y ejecutados a muerte 58 personas por medio de la Buggery act, 48 por homosexualidad. La última ejecución tuvo lugar en 1836. La iglesia anglicana no tenía una actitud tan virulenta como la iglesia católica mayoritaria, pero participaba activamente de esta condena.
Describen a John Moverley como un joven de aspecto femenino perteneciente a la guardia de granaderos. El 19 de julio de 1822 entraba en el pub Leon Blanco pedía una pinta de cerveza y se dirigía a la trastienda, poco después Percy Jocelyn, de 56 años hacía exactamente lo mismo. El propietario del bar y su hijo se dieron cuenta, sospecharon y con otros testigos entraron en la sala, pillando al obispo y al joven con los pantalones bajados. Aunque la historia oficial dice que el soldado estaba penetrando al obispo, la mayoría de testimonios contaron lo contrario. Sin duda el hecho de que el obispo fuera penetrado ayudaba mas al descrédito y al morbo que siguió a esta historia.
Desnudos fueron llevados al palacio siendo golpeados e insultados. Hasta aquí el obispo había ocultado su identidad. Los maltratos siguieron en sede policial hasta su entrega a la justicia el día siguiente. Ante el juez puso en conocimiento su identidad, logró la,libertad bajo fianza, saliendo por la puerta trasera para evitar la furia popular. Un desconocido pagó también la fianza del soldado.
El escándalo llegó a la prensa y fue noticia durante varias semanas. El obispo resultó ser un alto cargo de la iglesia anglicana, nieto del canciller de Irlanda, hermano del segundo conde de Roden, tío del 3r conde de Roden. La prensa lo presentó como un "marica" (bugger) merecedor de las llamas del infierno o un "satán libidinoso. Para mayor carnaza del sensacionalismo resultó que el obispo era miembro de la Sociedad para la Supresión del Vicio, su hipocresía alimentó durante mucho tiempo folletos y canciones burlescas:
The Devil to prove the Church was a farce
Went out to fish for a Bugger
He baited his hook with a Soldier’s arse
And pulled up the Bishop of Clogher
El escándalo significó un gran negocio para el propietario del pub el Leon Blanco. Cobrando para mostrar la trastienda y contar exageradamente lo sucedido allí. Las consecuencias de este acto fueron terribles para los homosexuales irlandeses. Muchos optaron por huir, Rictor Norton habla incluso de casos de suicidio.
Entre los huidos estaban el obispo y el joven soldado que no acudieron a su juicio. Seguramente huyeron a Escocia adoptando una nueva identidad. Aunque se ordenó quemar todos los documentos sobre este caso, se conservaron íntegramente lo que ha permitido conocer esta historia y dar una pista del terror con que vivían los homosexuales a inicios del siglo XIX.
Esta documentación sirvió a Matthew Parris para escribir: The Great Unfrocked: Two Thousand Years of Church Scandal. Una novela histórica que recrea este incidente ocurrido en 1822.